quarta-feira, 7 de dezembro de 2016

RESISTÊNCIA NO EQUADOR




PECADO OLVIDAR 

El 2 de diciembre 2006, hoy hace diez años, paramilitares a sueldo de la transnacional minera canadiense Ascendant Copper dispararon en contra de campesinas y campesinos indefensas, que defendían sus derechos, sus tierras y su medios de vida; es decir su derecho constitucional al Buen Vivir. 


Las comunidades de Intag lograron rechazar esta invasión violenta y lograron que la empresa salga de Intag. Hoy en día otra invasión, esta vez financiada por el gobierno chileno a través de su empresa minera Codelco ("orgullo de todos"), intenta lo mismo con similares estrategias de imponer el proyecto minero usando la fuerza policial, dividiendo a la población con engaños, mentiras, y falsas firmas en apoyo a su proyecto minero de cobre a cielo abierto- y comprando lealtad con empleo y ridículas promesas.

Todo esto, con no solo el visto bueno del gobierno de turno del Ecuador, sino con el apoyo de la empresa nacional minera ecuatoriana, los ministerios que se hacen de la vista gorda de las permanentes violaciones constitucionales y de las leyes, y con un aparato judicial que arresta, condena y encarcela a líderes comunitarios como Javier Ramírez, con el único afán de intimidar a la oposición. 
Oposición que a pesar de casi 21 años de lucha sigue en pie firme y resiste a un proyecto minero que probablemente será el más devastador del ambiente de la historia de la minería. Pero la destrucción ya inició hace años con el desmantelamiento de instituciones democráticas y la democracia en sí. 

Los atropellos a los derechos humanos denunciados por entidades como Human Rights Watch y la Federación Internacional de Derechos Humanos al igual que Amnistía Internacional dan fe de esta trágica situación.

Y mientras existan mujeres y hombres conscientes de lo que esta realmente en juego, la resistencia no disminuirá.

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