DESPUÉS DEL ADIÓS

Apúrate, se escuchas
que amar es entregarse
como el marinero
que va con el corazón
sonriendo mar adentro,
el alma atrapada

como el sueño recurrente

de un condenado,
e insisten afirmando
que la vida es el fuego
de los besos sin razón
con los que dibujamos
la luz de las mañanas
o la increíble luna azul
de las ventanas.

Cuídate, se dicen
que el amor
es una canción
que hace volar
hacia el alma prometida,
un estupendo paisaje
que prende las miradas,
los ojos absortos
delirando entre campos
de flores y estrellas.

Pues cuando la realidad
se sobrepone al paraíso,
la luz se apaga
y los sueños son rotos,
lo que resta es la boca amarga,
son los brazos sin abrazos,
es la cama fría,
es la daga de la soledad
y el silencio de los dioses:
las palabras sobran
después del adiós.

Antonio Torres

Aracaju - Sergipe - Brasil, el veintitrés de enero de 2017.