Paolo Fanale triunfa con sus bíceps, tatuajes y ópera
El mundo del espectáculo, el star system, necesita renovar periódicamente a sus héroes. Un candidato al nuevo estrellato mediático es el tenor italiano Paolo Fanale, de 33 años, un cantante que ha roto algunos estereotipos tradicionales en la lírica.
Un reciente vídeo grabado con la Orquesta de París, durante un ensayo abierto al público, en el que Fanale interpretó el Stabat Mater, de Rossini –bajo la dirección de Jesús López Cobos–, se ha convertido en un fenómeno viral en la red, con 1,4 millones de visiones, hasta ayer.
No sucede a menudo que un tenor joven y rubio se presente en camiseta ajustada en un escenario, delante de una orquesta completa, exhibiendo músculos y tatuajes. Fanale le quitó importancia al gesto que tanta popularidad le ha regalado. "Estaba cansado después de haber ensayado todo el día y no tenía ganas de cambiarme", se justificó. De estatura discreta, pero fornido, el tenor cuenta ya con un ejército de admiradoras en todo el mundo. En uno de los mensajes dejados en YouTube, una alemana alababa la voz de Fanale y se preguntaba, esperanzada, "si nuestras chicas jóvenes, gracias a él, ampliarán o cambiarán sus gustos musicales". El personaje no peca de falsa modestia. Más bien lo contrario.
Y, además de su impresionante chorro de voz, cuida el marketing por medio de agentes en Nueva York y en Milán. Basta entrar en su página web –en seis idiomas–, para comprobar que se vende bien. Al segundo clic, el visitante se topa ya con una biografía que empieza así: "En tan sólo unos pocos años, el joven, apuesto, carismático y dotado de gran talento Paolo Fanale ha logrado situarse como uno de los cantantes más codiciados de la nueva generación". Luego repasa una trayectoria que incluye ya actuaciones en el Metropolitan de Nueva York, la Ópera Estatal de Munich, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, la Ópera de Helsinki y otros templos líricos. En la agenda ya están otros nombres míticos como la Royal Opera House de Londres, la Scala de Milán o el Teatro Nacional de Tokio.
Fanale destaca en su repertorio los papeles de tenor lírico ligero y también de tenor lírico puro. Menciona a Fenton (Falstaff, de Verdi), Ferrando (Così fan tutte, de Mozart), Don Ottavio (Don Giovanni, de Mozart), y hasta los papeles titulares de Faust (Gounod), de Romeo (Romeo y Julieta, de Gounod) y de Rodolfo (La Bohème, de Puccini).
El joven tenor, nacido en Palermo (Sicilia) en el año 1982, y que debutó en Padua en el 2007, ha cantado ya bajo las órdenes de directores como Claudio Abbado, Zubin Mehta, Kurt Masur, Rafael Frühbeck de Burgos, Daniel Oren y Jordi Savall. Entre sus compañeros de escena ha tenido a Plácido Domingo y Sophie Koch. Fanale, por su perfil, puede ser un híbrido muy interesante entre el clasicismo y la modernidad, con gran potencial publicitario. El universo de la ópera ha dado estrellas con una cotización extraordinaria fuera del escenario, como Pavarotti o Domingo. El tenor siciliano ofrece una imagen distinta y apela a un público mucho más joven al que, quizás, ayude a descubrir la ópera.