En la alameda de la colonia Santa María la Ribera, entre las calles de Dr. Atl y Salvador Díaz Mirón, se yergue elegante y suntuoso uno de los símbolos urbanos más eclécticos y agraciados de la Ciudad de México: el Kiosco Morisco, una joya arquitectónica que fue nuestro pabellón en la Exposición Universal de Nueva Orleans entre 1884 y 1885, y en la Feria de San Luís Missouri en 1904.
Poco después, en 1906, el kiosco, que es una estructura de hierro desarmable, fue traído a la Ciudad de México para ser instalado en la Alameda Central ahí habitó hasta 1910, en ese breve período fue de hecho sede de los sorteos de la Lotería Nacional, sin embargo, como suele ser el destino de nuestros monumentos, se decidió en ese mismo año trasladarlo a su nuevo hogar en la alameda de Santa María la Ribera, y su lugar fue ocupado por el Hemiciclo a Juárez , una de las grandes obras que se construyeron durante el porfiriato para la conmemoración del centenario de nuestra Independencia.
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